Una apología sobre la competencia en la era de la IA

¿Quién creéis que tiene más experiencia vital, una persona que ha afrontado muchas dificultades o una persona de la misma edad que haya tenido una vida fácil? ¿Quién será más competente?

Nosotros tenemos el control, la agencia de tomar el camino difícil o el fácil, pero lo más complicado es detectarlos y tener el valor, fuerza, convencimiento de tomarlo, porque es bueno para nosotros. ¿Qué tipo de persona quieres ser? ¿Tomarás la píldora roja o la píldora azul?

Socrates sobre la IA

En el diálogo Fedro de Platón (274c-275b), Sócrates narra el mito de Theuth y Thamus, donde el rey egipcio Thamus critica la invención de la escritura argumentando que:

1. Debilitará la memoria al depender de fuentes externas
2. Proporcionará una apariencia de sabiduría sin verdadero conocimiento
3. Los textos no pueden responder preguntas ni defenderse

Te propongo que leas siguientes citas pensando en la IA:

[…] No es, pues, un fármaco de la memoria lo que has hallado, sino un simple recordatorio. Apariencia de sabiduría es lo que proporcionas a tus alumnos, que no verdad. Porque habiendo oído muchas cosas sin aprenderlas, parecerá que tienen muchos conocimientos, siendo, al contrario, en la mayoría de los casos, totalmente ignorantes, y difíciles, además, de tratar porque han acabado por convertirse en sabios aparentes en lugar de sabios de verdad.

Sócrates a Fedro, en “Fedro” de Platón, 275a

Y más adelante continúa Sócrates:

Porque es que es impresionante, Fedro, lo que pasa con la escritura, y por lo que tanto se parece a la pintura. En efecto, sus vástagos están ante nosotros como si tuvieran vida; pero, si se les pregunta algo, responden con el más altivo de los silencios. Lo mismo pasa con las palabras.

Sócrates a Fedro, en “Fedro” de Platón, 275e

Son, sin duda, interesantes las ideas de Platón. Creo que estaríamos todos de acuerdo en que sin la escritura, el conocimiento no avanzaría igual de rápido. Hay tanto contenido ahí fuera, tantas personas pensando y aportando que si no fuera por sus escritos nos costaría mucho más avanzar y profundizar en los conocimientos de la humanidad a hombros de gigantes ^[1].

¿No es impresionante cómo este diálogo puede trasladarse perfectamente a nuestros días y a la aparición de la IA, y cómo esos mismos argumentos son aplicables hoy en día? El desafío, a mi parecer, es adoptar la IA sin perjuicio para nosotros. ¿Cómo podemos ser más competentes en contraposición con hacer más ^[2] o aparentar saber más ^[3]?

Construir competencia

Según la RAE, competencia se define como:

Competencia [2]:

Pericia, aptitud o idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado", por tanto requiere conocimiento, saber hacer y capacidad para realizar ese algo determinado.

Dados dos profesionales con la misma experiencia, el que sea más competente sabrá resolver problemas de forma más eficiente o adecuada. No se trata solo de realizar una tarea sino de hacerla de forma que genere pocas fricciones y/o gaste pocos recursos. Hay tareas donde la competencia importa menos, sin embargo, mi opinión es que siempre acaba teniendo impacto, incluso limpiando cristales.

Pensar es un proceso mental costoso, en ocasiones hasta desagradable o frustrante. Esa frustración o esa sensación de dificultad es lo que genera plasticidad y genera nuevas conexiones neuronales. En otras palabras, la sensación de incomodidad cuando pensamos es una señal de que estamos aprendiendo y ganando competencia.

Con el tiempo y la experiencia hay tareas que se vuelven poco atractivas o hasta aburridas porque se vuelven monótonas y repetitivas una vez alcanzado cierto nivel de destreza en ellas. Es entonces cuando nos gustaría poder saltarnos el trámite y pasar directamente a la novedad, a lo que nos parece más interesante.

La IA nos tiensa una alfombra roja para estos usos que antes era impensable. Ahora, podemos corregir la gramática, traducir texto, generar títulos, sinónimos con solo un prompt. No digo que no debamos usar la IA para estas cosas, sino más bien que nada es gratis ^[4]: cuanto más tiempo nos ahorramos, menos trabajamos esas conexiones y lo que antes era aburrido, quizá, en el peor de los casos, tengas que reaprenderlo.

Es, también, más fácil dar la apariencia de que sabemos más de lo que en realidad sabemos: podemos superar pruebas técnicas, hacer redacciones en 5 minutos, pero nada de esto tiene valor cuando estamos delante de otro humano charlando, dialogando cara a cara. Como decía Sócrates, las redacciones, los textos no hablan, no matizan, no razonan.

Cuando lo aburrido es inútil

Cuando uno domina una tarea, porque la ha repetido tantas veces que se ha vuelto trivial, pierde interés, ya no es un desafío y tenemos problemas más importantes que resolver. Soy programador y me ha pasado muchas veces en mi trabajo que hacer pruebas unitarias de código que he escrito es tedioso y no aporta mucho valor cuando ya lo has hecho mil veces, por tanto, parece lógico e incluso necesario ahorrarse ese tiempo ya que somos humanos y cometemos errores por el camino, sobre todo cuando estamos ante una tarea que no genera interés.

Nuestro cuerpo está diseñado para ser eficiente. Cuando hay algo que no es útil, se elimina. Los músculos se atrofian cuando no los usas, los recuerdos se olvidan cuando no acudes a ellos, los hábitos se pierden si no se mantienen (esto último es un poco extraño pero espero me entendáis). Incluso nuestra mente nos lanza mensajes intrusivos que nos hacen preguntarnos sobre la utilidad de lo que estamos haciendo. Esto unido al convencimiento de que la terea es trivial y podria hacerla cualquier nos hace viajar fuera del presente e imaginarnos haciendo algo mucho mas agradable y estimulante como irnos de vacaciones ^[5].

Sobre la dependencia

Cuando voy de visita a casa de mis padres, que está en un pueblito muy pequeño, me doy cuenta de muchas de las dependencias que tengo y doy por sentadas: acceso a agua caliente, conexión a internet, electricidad, supermercados, transporte en automóvil, entre otras. Es impresionante cómo cuando alguna(s) de esas cosas fallan nos sentimos expuestos y desvalidos.

El que se ducha con agua fría a diario, no le supone un problema ningun problema la falta de agua caliente, lo mismo le ocurre al que está acostumbrado a pasar periodos sin internet o al que va andando como medio de transporte.

Por todo esto creo que en el momento en el que estoy escribiendo estas líneas, veo la actual IA como esas zapatillas que te permiten correr más cómodo, pero hacen tus pies más débiles. Como esas prótesis que te permiten realizar una tarea pero si las usas mucho atrofian la musculatura.

Usar la IA sin depender de ella

Llegados a este punto me pregunto, ¿cómo ser mejor con IA? Y digo ser, no parecer, recordando esas líneas de Platón anteriores.

El ayuno

La primera idea que me viene a la cabeza es el ayuno de IA o consumo restringido de IA. No está del todo claro todavía, pero existe evidencia que apunta a que la ingesta de comida activa ciertos sistemas en el cuerpo que, cuando permanecen activos durante mucho tiempo, resultan perjudiciales a largo plazo ^[6].

Todos estaremos de acuerdon en que comer es bueno y saludable; sin embargo, dependiendo del tipo de alimento, la cantidad y la frecuencia, esto puede ser más o menos beneficioso para el organismo. Es aquí donde entra el ayuno intermitente o la ingesta de comida en ventanas temporales específicas. Comer durante períodos limitados hace que estos sistemas trabajen menos y, por tanto, se generen ciertos efectos positivos.

Haz lo tu mismo

La siguiente, evita el autocompletado siempre que puedas. Digamos que no sabes hacer X, pues pregunta cómo se hace. Interésate por los detalles y luego intenta hacerlo tú mismo. Es como tener a un profesor a tu servicio, puedes pedirle que te enseñe o que te resuelva el problema, pero solo una de estas opciones te hará más competente.

Marcame los fallos

Otra cosa que hacen los profesores, es corregir. Pídele a la IA que busque tus fallos, que te explique por qué lo son e intenta solucionarlos tu mismo.

Pareto 80/20

Aplica la regla de pareto. Es probable que el 80% del tiempo lo dediques a tareas que te aportan, con suerte, solo un 20% de la solución. Me refiero a las horas invertidas en embellecer una presentación, corregir la gramática o elaborar ejemplos para explicar un concepto o idea. Continúa usando la IA, pero de vez en cuando realiza estas tareas por ti mismo para no perder esa conexión mental y mantener tu destreza en tareas menos interesantes.

Solo tareas sencillas

Una recomendación adicional es preguntar por cosas sencillas y simples, evita resolver cosas complejas. La probabilidad de obtener un resultado que no es el que esperas crece exponencialmente con la complejidad de la tarea que le estás pidiendo. Imagina que tienes un minion a tu cargo, no sabe lo que hace pero es capaz de seguir instrucciones claras y directas aunque se equivoca fácilmente. Esto son buenas noticias para nosotros ya que nos “deja” encargarnos de la parte central, de resolver problemas complejos y tener una visión global.

Conclusión

Para terminar, creo que esta cita del Fedro es un buen resumen:

[…] mucho más excelente es ocuparse con seriedad de esas cosas, cuando alguien, haciendo uso de la dialéctica y buscando un alma adecuada, planta y siembra palabras con fundamento, capaces de ayudarse a sí mismas y a quienes las planta, y que no son estériles, sino portadoras de simientes de las que surgen otras palabras que, en otros caracteres, son canales por donde se transmite, en todo tiempo, esa semilla inmortal, que da felicidad al que la posee en el grado más alto posible para el hombre.

Sócrates a Fedro, en “Fedro” de Platón, 277a